El anteproyecto de Ley de Formación Profesional cuyo borrador se ha aprobado introduce novedades
La nueva ley de la Formación Profesional (FP) se divide en dos tipos: general e intensiva. En el caso de esta última, el anteproyecto de primera vuelta ponía un tope máximo y permitía a las empresas impartir hasta el 40% del currículo, mientras que ahora, en el texto ya aprobado, pasa a fijar un mínimo.
Así, la participación de la empresa u organismo equiparado en los resultados de aprendizaje o módulos profesionales del currículo será de «más de un 30 por ciento» en el caso de la intensiva, es decir, aquella que se realiza alternando la formación en el centro de FP con la formación en la empresa, siendo esta última “retribuida en el marco de un contrato de formación”. Anteriormente se hablaba de un contrato de «trabajo» matiz este muy importante.
En el caso de la FP de régimen general, la participación de la empresa en los resultados de aprendizaje del currículo será de «hasta un 20 por ciento». A diferencia de la intensiva, en este tipo de FP no hay contrato de formación.
Además, en la FP general, la duración de la formación en la empresa será de entre el 25% y el 35% de la duración total de la formación ofertada. Pero el texto aprobado añade que «excepcionalmente las ofertas asociadas a estándares de competencia profesional de nivel 1 podrán diseñar la formación en empresa a partir del 20% de la duración total de la oferta formativa».
Para el caso de la FP intensiva, la duración de la formación en la empresa u organismo equiparado será superior al 35% de la duración total de la formación.
Se plantea, con total acierto que los alumnos de FP superior puedan hacer materias optativas en las facultades y, por otro lado, que los estudiantes universitarios puedan desplazarse a los institutos para hacer prácticas, es a mi juicio uno de los planteamientos educativos más innovadores de los últimos tiempos y así nos acerca a estándares europeos, veremos en el desarrollo del marco normativo hasta donde se quiere arriesgar, pero cojear en tiempos difíciles no es bueno.
El texto establece que las Administraciones educativas y las universidades promoverán itinerarios formativos que reconozcan la formación previamente adquirida en ambos sentidos».
Veamos cuales son Los cinco grados que propone esta ley y que serán la base de los futuros profesionales, esperemos que se realice con la mira en el futuro ya que depende de ello establecernos en el siglo XXI son:
.- Grado A: Acreditación parcial de competencias
.- Grado B: Certificado de Competencia Profesional
.- Grado C: Certificado Profesional
.- Grado D: Ciclos Formativos (Grado Básico, Grado Medio y Grado Superior)
.- Grado E: Cursos de especialización (título de especialista y Máster Profesional)
Los tres primeros corresponderían a la actual Formación Profesional para el Empleo, centrada en la formación continua de los trabajadores y en la acreditación de competencias mediante la experiencia laboral. A los grados del A al C solo podrán acceder las personas mayores de 18 años, y permitirán configurar itinerarios propios adaptados a sus expectativas profesionales, sus circunstancias personales o sus necesidades laborales, explican desde el Ministerio.
En lo que concierne a los ciclos formativos de Formación Profesional, es decir, al Grado de FP Básica, al Grado Medio y al Grado Superior, se verán modificados en algunos aspectos que vemos a continuación:
El anteproyecto de ley establece que toda la Formación Profesional en España será dual. Esto quiere decir que todas las personas que realicen un grado C y D (certificado de profesionalidad y un grado de FP) pasarán parte de su formación en una empresa. A su vez, distingue entre dos tipos de Formación Profesional Dual, la FP general y la FP avanzada.
En la nueva estructura que plantea la ley de Formación Profesional los distintos niveles se estructuran por módulos profesionales, e incluirán la realización de un proyecto intermodular, que integre todos los conocimientos adquiridos.
. Grado Básico: la duración será de dos cursos académicos, equivalente a 2000 horas.
Podrán acceder quienes tengan cumplidos 15 años, hayan cursado 3º de ESO o hayan sido propuestos por el equipo docente. También quienes hayan cumplido al menos 17 años, cuando su historia escolar así lo aconseje, o el alumnado de hasta 21 años de edad con necesidades educativas especiales.
· Grado Medio: la duración será de dos cursos académicos, equivalente a 2000 horas. Se accede con el título de ESO, con un título de técnico básico o mediante las pruebas de acceso, para lo que se deberá tener cumplidos 17 años. El título de Técnico de Formación Profesional permitirá el acceso a los ciclos formativos de grado superior de la formación profesional y de las enseñanzas profesionales de artes plásticas y diseño, ¿por qué no incluir las referentes a las certificaciones de servicios funerarios?, unificar las certificación ampliando su gama lectiva, veremos pues el interés de los diferentes estamentos en la mejora real de la formación en este sentido.
· Grado Superior: la duración podrá variar entre dos o tres cursos académicos, equivalente a entre 2000 y 3000 horas. Se accede con el título de Bachiller, con el título de técnico medio, técnico superior o grado universitario, o mediante las pruebas de acceso, para lo que se deberá tener cumplidos 19 años. El título de Técnico Superior permitirá el acceso a los estudios universitarios de grado, previa superación de un procedimiento de admisión y con las convalidaciones de créditos que procedan.
Grado E: Cursos de especialización
Los cursos de especialización y es aquí ,donde a mi juicio y por lo que he podido ver al certificado de tanatopraxia afecta, la oferta que el actual modelo de certificación es ya antigua y se debería revisar en mi opinión, actualizar e incluir nuevas materias lectivas que complementan y profundicen en los conocimientos de quienes ya tienen el certificado, además podrán formar parte de la educación secundaria de segundo grado o de la educación superior. Tendrán una duración básica de entre 300 y 800 horas, pudiendo incluir una fase práctica dual, veremos cómo se desarrolla pero en nuestro sector las prácticas son básicas y en vez de ir a más con ellas hemos ido a menos, así como implementar la formación en plataformas digitales seguras que den una gama amplia de servicios de formación específica, implementado esta tipología formativa, solo desde la propia experiencia laboral y didáctica se puede transmitir conocimientos, más aun cuando se trata de cuestiones tan delicadas como las que atañen a nuestro sector, esta sería una muy buena ocasión para establecer la formación del futuro en lo concerniente a las ciencias funerarias ,la pregunta es, ¿se quiere hacer?, el tiempo nos dará la respuesta.