El Ayuntamiento encarga a la Universidad de Loyola buscar una alternativa para hacer independiente a Cecosam
La empresa de Cementerios y Servicios Funerarios Municipales de Córdoba, S.A. CECOSAM, ha solicitado a los profesores de la Universidad de Loyola que les orienten sobre qué tienen que hacer para convertirse en una empresa pública no dependiente de los impuestos y del presupuesto público.
La universidad privada cordobesa ha sido la adjudicataria del procedimiento abierto de consultoría, de 30.000 euros de presupuesto, con el que se redactará la nueva visión, los valores de la empresa, los nichos identificados del servicio que presta y, sobre todo, qué puede hacer en el futuro.
Cecosam tenía un plan hasta el anterior mandato que fue tremendamente polémico. Consistía en la creación de un tanatorio en el cementerio de San Rafael con el objetivo de disputar el mercado a la empresa privada Tanatorios de Córdoba. El proyecto acabó, como se sabe, vetado por los tribunales que entendieron que el gobierno municipal anterior se había pasado de frenada. Los tanatorios no se pueden levantar en entornos urbanos y los dos privados que funcionan ahora, en polígonos industriales, se realizaron antes de que se formalizase esa prohibición.
El tanatorio fue, durante mucho tiempo, el plan para patrimonializar Cecosam, para convertirla en una empresa con sus propios ingresos más allá de las actuales transferencias que realiza el presupuesto municipal para cumplir el servicio público. Aquel edificio pretendía alquilarse, sobre todo, a las empresas que trabajan para las compañías funerarias que a su vez dependen de las aseguradoras de decesos.
Tan seguro tenía el plan el anterior gobierno municipal que llegó a prescindir durante un año de las transferencias de dinero que le hacía el Ayuntamiento de Córdoba. El PP y Cs declararon cuando llegaron al gobierno que el proyecto quedaba cancelado. La sentencia vino justo después.
Cecosam nació con Rosa Aguilar en la Alcaldía para desvincular el servicio público de cementerios, que es de prestación obligatoria, de la situación en la que estaba ampliando, por ejemplo, los días en los que se realizaban entierros.
Además, se le dotó de un tanatorio en la Fuensanta con el objetivo de que prestase también servicios funerarios como el de las tanatosalas o el de las cremaciones. La realidad es que nunca ha tenido suficientes fuentes de ingresos externos como para tener un negocio operativo ajeno a los impuestos, como ocurre con Emacsa o Vimcorsa.