Para mantener a los difuntos en el cementerio de Comillas el cura exige 2.300 euros a cada familia
Una usuaria de Twitter, Mery Ruiz, escribió el siguiente tuit. “Atención a lo que está haciendo el cura de Comillas (Cantabria) en el cementerio viejo: a varias familias del pueblo les ha llegado una carta diciendo que, o pagan 2.300€, o sacan al muerto del nicho y lo tiran a la huesera”.
Parece ser que muchas familias han recibido la carta del cura perteneciente al municipio de Comillas en la que se expone que quienes dieron sepultura a un familiar en el cementerio de la localidad, de propiedad parroquial, deberán abonar 2.300 euros para que los fallecidos puedan continuar en sus sepulcros. Además, el sacerdote pide una cuota mensual de 14 euros en concepto de donación. Sin girar recibo ni factura.
Hay que recordar que los difuntos o sus familias, ya pagaron en vida para poder “ocupar ese espacio”. Mery Ruiz también apunta que, aun pagando esa suma de dinero, no se asegura que los muertos puedan seguir descansando en paz muchos años más. En otro tuit apunta, “en 30 años tendrán que volver a abonar esta cantidad o la que el cura de turno considere. Y no todas las familias pueden permitírselo ni todas las generaciones estarán dispuestas a pagar por un tatarabuelo al que ni conocieron”. Por lo apunta en su Twitter, esto puede convertirse en una dinámica que pase de padres a hijos y no todas las familias pueden permitírselo.
La denuncia ha tenido una gran repercusión en la red social, donde ha sido respaldada por muchos usuarios, y publicada en varios medios de comunicación entre ellos El Funerario Digital.
SOBRE EL CEMENTERIO DE COMILLAS
En lo alto de una pequeña colina se pueden ver las ruinas de la que hace siglos fuese iglesia principal de comillas y que hoy es el cementerio gótico de Comillas, también conocido como el cementerio viejo de Comillas.
En 1893 se decidió convertir los restos de la iglesia en lo que hoy es el cementerio gótico de Comillas. Una obra llevada a cabo por Lluis Doménech i Montaner que conservó gran parte de las ruinas integrándolas en el diseño del cementerio. Construyó un muro de mampostería alrededor de las ruinas para ampliar el espacio, muro rematado por varios pináculos. En lo más alto de las ruinas se colocó una estatua del Ángel Guardián o Ángel Exterminador, obra de Josep Llimona, que hoy corona el cementerio y destaca sobre todo el cementerio.