Traslados en el cementerio de San Clemente de Lorca para liberar pabellones antiguos y levantar nuevos nichos
El cementerio de San Clemente de Lorca (Región de Murcia) está siendo sometido a la mayor renovación de toda su historia. Cientos de traslados se están acometiendo con el fin de dejar vacíos los nichos de los pabellones más antiguos y proceder a su demolición. En su lugar, se construirán nuevas infraestructuras con materiales que permiten una mayor durabilidad.
La actuación se inició poco antes de la pandemia. Las circunstancias obligaron a que todo el proceso se ralentizara, pero nuevamente ha tomado impulso. “Las obras en el cementerio no han cesado prácticamente nunca, porque tiene más de un siglo de vida y los materiales que se utilizaron en sus inicios no son de la misma calidad que los que hay hoy en día. Los pabellones más antiguos presentaban un deterioro importante, por lo que se ha acometido una remodelación integral de los más antiguos”, ha afirmado en declaraciones a LA OPINIÓN el vicario episcopal de Lorca, Francisco Fructuoso Andrés.
Las calles más antiguas, las que se sitúan a uno y otro lado de la principal, presidida por la Capilla del camposanto, son las que serán demolidas y nuevamente levantadas. Estas se construyeron con ladrillo de barro que con el paso del tiempo está casi desmoronado, lo que ha provocado hundimientos que eran arreglados una y otra vez. Los tejados también han precisado de un continuo cuidado que ha llegado a su límite.
En algunas zonas apenas quedan traslados por realizarse. Los familiares de los difuntos fueron requeridos a través de discretos mensajes que se colocaron en las lápidas en los que se les solicitaba su presencia en las oficinas del camposanto, donde se les informa de todo el proceso que se está acometiendo. “Hay muchas circunstancias a tener en cuenta. Entre ellas, que algunos de los enterramientos ya no cuentan con parientes cercanos. En ese caso, lo que se está haciendo es llevar a cabo el traslado a otro nicho”, ha explicado Fructuoso Andrés.
Algunos prefieren que sus allegados continúen en el mismo lugar. «En ese caso, se realiza un traslado temporal y cuando vuelva a levantarse el pabellón se reubica en su nicho», ha detallado.
Calles completas están siendo vaciadas. Los traslados se producen cada día. Los sepultureros no cesan, porque la pandemia paralizó todo el proceso. “Ha sido muy complicado, porque estaba previsto hacerlo en un tiempo menor, pero las restricciones sanitarias por el covid-19 provocó que cesaran los trabajos y durante muchos meses no se pudieron ejecutar”, ha argumentado.
