La Iglesia tiene en la Comunidad Foral de Navarra 45 cementerio de su propiedad
De las casi 3.000 propiedades que la Iglesia Católica ha escriturado a su nombre, según una prospección realizada por la SER, 45 localidades navarras cuentan con cementerios que son propiedad de la diócesis.
Según su informe, la mayoría ya no tienen uso para el enterramiento, ya que la normativa sanitaria prohibió las tumbas dentro de los núcleos urbanos y por tanto quedaron en desuso aquellos que estaban junto a las iglesias de cada localidad cuando se trasladaron las afueras. Sin embargo, la iglesia sí inscribió a su nombre esos terrenos, que suman casi 12.000 metros cuadrados en 38 localidades.
La mayoría son pequeños pueblos de valles del pirineo como Arce, Lónguida o Urraúl en los que los pequeños cementerios ya en desuso han sido registrados a nombre de la Diócesis. Sin embargo, las mayores superficies están en localidades más pobladas.
Por ejemplo, en 1951 el Arzobispado registró los 1.800 metros cuadrados que rodean a la basílica del Romero de Cascante y que había tenido uso como cementerio hasta que se trasladó a un kilometro y medio de allá, fuera del casco urbano. También en la Ribera aparecen los 850 metros en manos del Arzobispado tras parroquia de San Blas. Recientemente en ese solar se ha construido un centro de mayores que gestiona una empresa privada.
En el norte, mientras, aparecen los 700 metros en el centro de Lesaka, que tras dejar de tener uso como cementerio forman parte de un jardín al final de la calle Zarandia. En este caso, su registro se produce bastante más tarde de tener uso para enterramientos, en 1980. Terrenos urbanos de vía pública pero propiedad privada, de la Iglesia, como el antiguo cementerio y ahora jardín frente a la iglesia de la Asunción de Etxalar, registrado dos años antes de que, en 2015, la Ley Hipotecaria dejara de permitir estas inmatriculaciones.
Son únicamente 7 los que, en el registro, siguen teniendo uso como cementerio. Sin embargo, 3 de ellos están en núcleos despoblados, de nuevo en el área prepirenáica; Larequi, Uli Alto y Uloci de Arce, pueblos abandonados hace décadas. La Iglesia mantiene escriturado también con ese uso un cementerio subacuático, el de Muniain de Arce, una localidad despoblada que fue sumergida por las aguas del pantano de Itoiz.
Son por tanto sólo 3 los que recintos de enterramiento en propiedad de la Diócesis de Pamplona-Tudela que siguen teniendo ese uso actualmente. Se trata del cementerio de Urdíroz y Lakabe, en el valle de Arce y el de Guendulain de Elorz. En los tres casos son localidades de pequeño tamaño y en el caso de Urdíroz y Lakabe, llevan décadas sin tener noticia de la Iglesia Católica. En Lakabe, localidad recuperada por un colectivo tras haber sido abandonada, la iglesia tiene uso civil mientras que en Urdíroz el cementerio es gestionado por sus vecinos sin que tengan noticias de sus supuestos dueños, que lo inscribieron como parte del patrimonio de la Iglesia en 1981.