La aquamación, un método funerario presentado como una alternativa ecológica
La aquamación es un nuevo método funerario permitido en pocos países y que consiste en la cremación, en base a la combinación de agua y altas temperaturas, presentado como una alternativa ecológica a modo de una sepultura clásica.
La técnica de compostaje de los cuerpos con capas de hojas y madera, o el nitrógeno líquido, la aquamación es un método que en Sudáfrica, su práctica evoluciona en un cierto vacío legislativo.
De su nombre científico «hidrólisis alcalina», consiste en la cremación por el agua más que por el fuego. Los restos del fallecido se depositan en un gran cilindro metálico y luego se sumergen en un líquido, una mezcla de agua y productos alcalinos.
La sustancia se calienta (alrededor de 150 ºC) y se pone bajo presión, proceso que permite una rápida disolución de las carnes en el interior de la caja.
Después de sólo unas horas, los tejidos del cuerpo (grasas, sangre, proteínas, piel…) son «completamente licuados, y no quedan más que los huesos», explica el sitio «funeral.info». Estos huesos son luego reducidos a polvo blanco, colocados en una urna y entregados a los familiares para ser enterrados.
Esta técnica se le ha aplicado al arzobispo emérito sudafricano Desmond Tutu, uno de los grandes símbolos en la lucha contra el apartheid en su país, que falleció este domingo 26 de diciembre de 2021 a la edad de 90 años.
Desde un punto de vista simbólico, el agua se considera más suave que las llamas, y evoca el final de una vida comenzada en el elemento líquido. Pero sus defensores destacan sobre todo el beneficio ecológico del método, menos energizante que la cremación por combustión y que emite menos gases de efecto invernadero.
Según la empresa Resomation, con sede en el Reino Unido, el agua consume cinco veces menos energía que el fuego. También se utiliza para eliminar los restos de los animales en los mataderos, donde se le considera eficaz desde un punto de vista sanitario.