Desde el negociado de Cementerio piden a las familias de dos fallecidos llevar un martillo percutor
El pasado sábado en el cementerio municipal de El Puerto de Santa María (provincia de Cádiz) paso algo surrealista. Las dos familias que tenían cita para celebrar el sepelio de sus familiares fallecidos, acudieron al camposanto provistos de su propio martillo percutor.
Los sepelios correspondían a dos fallecidos, uno de cuerpo presente y otro unas cenizas, ambos acudieron al camposanto provistos de su propio martillo percutor, toda vez que desde el propio negociado de Cementerio se les había sugerido esta opción para no tener que demorar más los enterramientos, ante la avería del martillo propiedad del Ayuntamiento.
Uno de los familiares de la persona cuyas cenizas han quedado ya sepultadas en uno de los nichos, tras varios días de espera, ha explicado a Diario de Cádiz cómo ocurrieron los hechos, que comenzaron el pasado sábado, hace más de una semana, con el fallecimiento de su padre.
Tras ser incinerado el cadáver la familia acudió a pedir cita al Negociado de Cementerio y en principio les daban hora para el próximo miércoles, aunque les indicaron que podría haber un hueco el sábado 15, como así fue, aunque el mismo viernes desde ese negociado municipal les advirtieron que los trabajadores del camposanto carecían de martillo percutor, una herramienta necesaria para realizar los enterramientos, pero que se podrían llevar a cabo si ellos mismos buscaban uno y lo llevaban.
La familia finalmente accedió a buscar dicha herramienta por sus propios medios, localizando un martillo percutor tirando de favores en la jornada del viernes, con el que se personó el sábado en el cementerio para que se pudiera llevar a cabo el enterramiento. Cual no sería su sorpresa cuando finalmente los operarios del camposanto le indicaron que no hacía falta utilizar el martillo, ya que la lápida del nicho se podía retirar con un simple cincel y un martillo de mano.
Esta familia encontró a otra en similares circunstancias, esta vez con un martillo percutor de gran tamaño porque era necesario excavar en el suelo, un martillo que también había llevado la propia familia de la fallecida.
La concejala responsable de Bienestar Social, Carmen Lara, se ha mostrado “avergonzada”, según ha declarado a Diario de Cádiz, ya que como dice “yo me preocupé hace varios días de buscar un martillo para que no ocurriera esto, y el martillo estaba allí”, afirma.