Santalucía extiende su negocio funerario con tanatorios en Pontevedra y Burgos
La aseguradora Santalucía ha reforzado su filial funeraria, Grupo Albia, con la adquisición de dos tanatorios en la zona norte de España. El primero es el Tanatorio de Marín, ubicado en Pontevedra, y el segundo es el Tanatorio La Paz, primero en la provincia de Burgos.
De esta forma, la aseguradora impulsa su negocio funerario tras cancelar su fusión a finales del pasado año con el de Mapfre (Funespaña) a raíz de las condiciones impuestas por Competencia.
La filial de Santalucía cuenta con más de 220 centros repartidos en 14 comunidades autónomas, siendo especialmente relevante su presencia en Extremadura, Cataluña, Andalucía y Galicia. Funespaña, por su parte, también ha adquirido otro tanatorio en Córdoba. Este tipo de transacción es muy habitual en el mundo de los decesos, en el que las compañías van comprando pequeños negocios para impulsar su negocio por la gran atomización del negocio en España.
La empresa líder del sector es Mémora, que está controlado por el fondo de pensiones de los profesores de Ontario (OTPP) desde julio de 2017, cuando esta gestora canadiense especializada en infraestructuras se impuso en una dura subasta competitiva contra otros grandes titanes del capital riesgo desembolsando unos 450 millones de euros por la compañía. Anteriormente, la compañía estaba en manos del fondo británico 3i. Mémora factura en torno a 200 millones de euros al año y cuenta con 140 tanatorios.
Albia, con unos ingresos de 165 millones de euros en el ejercicio de 2020 se coloca como la segunda mayor funeraria española. Gracias a ella, Santalucía encabeza el volumen de primas con 686 millones de euros, el 31,5% de la cuota de mercado. La primera es Mémora con una facturación cercana a los 200 millones de euros al año y 140 tanatorio. La tercera es Funespaña que registró una facturación de 48,6 millones en el año 2020, mientras Mapfre superó los 310 millones de euros en primas por decesos.
Oportunidades de crecimiento
Por este motivo, tanto Albia como Funespaña analizan de forma recurrente oportunidades de crecimiento en ciudades donde no están presentes o en las que quieren reforzar su crecimiento, según indican diferentes fuentes de mercado a El Periódico de España, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico, amparándose en la fuerte atomización del sector. En este sentido, en el país prestan servicios funerarios unas 1.100 empresas, de las cuales al menos 900 son pymes que ingresan menos de un millón de euros. Sin embargo, el pastel de los decesos mueve más de 1.500 millones al año en España. // epe