El aumento de incineraciones hace que la iglesia busque ingresos habilitando columbarios en sus templos
Actualmente, un 45% de los difuntos se incineran, pero se calcula que la cifra llegará al 60% dentro de tres años, en 2025. Para dar respuesta a esta tendencia creciente, proliferan espacios de custodia de urnas funerarias en el interior de iglesias.
Es un modelo que recupera la tradición eclesiástica de acoger las cenizas de los difuntos en un sitio sagrado y que, por cuestiones de higiene y salubridad, se perdió a favor de los cementerios.
El primer columbario de Lérida lo gestiona la empresa Coral Memorial, que cuenta con medio centenar de espacios similares por toda España. Su director general, Ruben Tamarit, destaca que estos espacios ofrecen múltiples opciones.
Según el sector, la pandemia de la Covid-19 ha hecho repuntar el número de incineraciones, especialmente en las grandes ciudades, donde se concentran los crematorios. Por el contrario, no es una práctica tan extendida en las zonas rurales.
Un cementerio junto al eje comercial
La parroquia de Sant Pere de Lérida, un templo barroco situado junto a la calle Major, en pleno eje comercial. Acaba de estrenar dentro de la iglesia un columbario para 1.650 urnas. Esta opción despierta cada vez más interés entre los feligreses que quieren seguir vinculados a su fe cristiana.
El nuevo espacio se sitúa en la cripta y ofrece un diseño sobrio. Está decorado con imágenes religiosas como las de San Pedro, San Anastasio, la Virgen Blanca y la Virgen de la Arcada. Todo ello, para crear un espacio digno y reconfortante a la hora de honrar la memoria de los muertos.
2.000 euros por custodiar una urna durante 25 años
El espacio ofrece la opción de alquilar un columbario para un período que oscila entre un mes y los 25 años. También existen diferentes formatos: individual o para dos, cuatro u ocho urnas.
El alquiler de un columbario individual durante un mes cuesta unos 20 euros y el gasto sube hasta los 2.000 euros para un período de 25 años. Sin embargo, si alguien reserva un columbario en vida, el período comienza a contar el primer día que se haga uso.
El proyecto ha supuesto una inversión de 150.000 euros y ha incluido la instalación de un ascensor. La empresa gestionará el espacio durante 25 años y con este servicio la parroquia, que depende del obispado de Lérida, conseguirá una fuente de ingresos alternativa.