El Ayuntamiento de La Coruña restaurará la capilla y mejorará los jardines del cementerio de San Amaro
El cementerio de San Amaro, inaugurado en el año 1812, cumple 210 años. Desde entonces fue objeto de sucesivas ampliaciones a lo largo del tiempo. El Ayuntamiento de La Coruña trabajan actualmente en el proyecto de restauración y mejora del recinto.
Por el camposanto pasan cientos de personas a diario y con una identidad que trasciende lo funerario, con el objetivo de transformarlo en un espacio que también ponga en valor su patrimonio histórico y cultural.
Este proyecto, puesto en marcha por la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad, comenzó con una serie de obras con cargo a los fondos europeos para la mejora de las cubiertas, entre otros servicios. Por otra parte, en los próximos días abrirá el nuevo espacio de conserjería situado en la antigua sala de autopsias del cementerio, remodelada para acoger este servicio, que presentará una estética más cuidada y acorde con el entorno al permitir el ajardinamiento del emplazamiento anterior.
El plan de recuperación del cementerio abarca tres ámbitos de actuación. El primero, la comunicación interior de los tres recintos existentes en San Amaro: el cementerio religioso, el civil y el inglés, erigido después de que la embajada británica adquiriese en el año 1867 el terreno que actualmente ocupa. De esta forma, tanto la ciudadanía en general como quien participe en las visitas guiadas al cementerio tendrán la oportunidad de llevar a cabo un recorrido más completo por la historia de la ciudad.
En segundo lugar, según este plan, también se mejorarán los espacios ajardinados de todo el recinto, así como el portón principal de acceso y el entorno de las oficinas del servicio municipal de Cementerios.
Por último, Consistorio prevé acometer la recuperación de la capilla, con el objetivo de transformarla en un centro de interpretación del propio cementerio. Entre los trabajos que se realizarán está la retirada del cierre de forja en el acceso principal, datado en el último cuarto del siglo XX y que no forma parte de la construcción original. Además, se retirará la madera que reviste las paredes interiores, deteriorada por el paso del tiempo; se restaurarán las puertas de la torre de ventilación y el confesionario; se retirará la lámpara central que dificulta la visibilidad de la bóveda de la capilla; se sanearán los muros y la sacristía, abriendo una de las puertas ciegas; y, finalmente, se embellecerá la fachada de la capilla con la retirada de las lámparas con cableado exterior que están dispuestas actualmente.
Esther Fontán, concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad, ha señalado que “en opinión del equipo técnico y de arquitectura, este plan de mejora no hará sino recuperar el modelo original de cementerio histórico, así como su esplendor”.