La actitud de las personas sobre la muerte cambia después de una experiencia con drogas psicodélicas
Un nuevo estudio compara cómo puede cambiar la actitud de las personas sobre la muerte después de una experiencia con drogas psicodélicas frente a una experiencia cercana a la muerte no relacionada con las drogas o un evento similar, encontrando fuertes similitudes y algunas diferencias entre ambas, según publican sus autores en la revista de acceso abierto ‘PLOS ONE’.
Investigaciones anteriores sobre drogas psicodélicas sugieren que pueden alterar la percepción de la muerte de las personas, por ejemplo, reduciendo su miedo a morir. Las experiencias cercanas a la muerte y otras experiencias extraordinarias en las que no intervienen las drogas también se han relacionado con la alteración de las actitudes ante la muerte. Sin embargo, pocos estudios han comparado directamente estos dos tipos de experiencias.
Para obtener nuevos datos, Roland Griffiths, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), y sus colegas analizaron los datos de una encuesta en línea de 3.192 personas que informaron de alteraciones en sus creencias sobre la muerte después de una experiencia cercana a la muerte no relacionada con las drogas y una experiencia extraordinaria similar no relacionada con las drogas, o después de consumir una droga psicodélica como la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), la psilocibina, la ayahuasca o la N,N-dimetiltriptanina (DMT).
La comparación estadística de los resultados de la encuesta entre el grupo de psicodélicos y el grupo sin drogas reveló fuertes similitudes en las alteraciones de las actitudes de los participantes sobre la muerte, incluyendo la disminución del miedo a la muerte.
La mayoría de los participantes de ambos grupos también valoraron muy positivamente su experiencia en cuanto a su significado personal y espiritual. Sin embargo, los que tuvieron experiencias sin drogas eran más propensos a sentir que era la experiencia más significativa que habían tenido.
Algunas de las preguntas de la encuesta eran preguntas estándar para medir las experiencias místicas y cercanas a la muerte, y los participantes con experiencias psicodélicas puntuaron más alto en estas medidas. En comparación con las personas que tomaron psilocibina o LSD, los que tomaron ayahuasca o DMT declararon que las consecuencias duraderas de su experiencia fueron más fuertes y positivas.
Los investigadores afirman que futuros estudios podrían ayudar a confirmar estos resultados incluyendo a más participantes de diferentes entornos demográficos y distinguiendo con mayor precisión entre las diferentes experiencias no relacionadas con las drogas, como la experiencia cercana a la muerte o la experiencia extracorpórea.
Esta investigación podría ayudar a fundamentar las investigaciones sobre el uso clínico de los psicodélicos en el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo y otros trastornos psiquiátricos, como la ansiedad al final de la vida.
Roland Griffiths añade que «las características de las experiencias psicodélicas no sólo pueden ser similares a las de las experiencias cercanas a la muerte, sino que ambas están calificadas como una de las experiencias vitales más significativas y ambas producen disminuciones duraderas similares del miedo a la muerte y aumentos del bienestar»