Stop Tanatori denuncia la “polvareda tóxica” que produce la obra del nuevo tanatorio de Sants
La plataforma Stop Tanatori contrarios a la construcción de un tanatorio en el barrio de Sants de Barcelona, ha denunciado mediante un comunicado, que “en las semanas centrales de este mega-caluroso verano de 2022, los buitres de Can Climent han animado nuestras vidas con un nuevo aliciente, un polvo blanquecino se fuga por todas las rejillas de la sufrida nave modernista”.
Al ver cómo los balcones pasaban a tener el color de la harina, el vecindario puso el grito en el cielo tanto de las redes sociales como de los buzones de la guardia urbana y de gerencia de distrito.
“Después de cuatro semanas de quejas y al constatar que la política falsamente tranquilizadora del ‘aquí no pasa nada’ y también ‘sois unos exagerados’ no conseguía gran cosa, un técnico del Ayuntamiento se personó en la obra. Muy considerado, lo hizo a las 13:30h, en la pausa de la comida de los trabajadores. Parece que consideraba innecesario comprobar in situ la exhalación del polvo desde Can Climent”. Su objetivo era simplemente hablar con los trabajadores y promotores. Y en base a estas conversaciones redactó un informe, que contiene frases memorables como, “se comprueba que la empresa que está haciendo los trabajos lo hace con todos los equipos de protección individual necesarios, y se asegura con ellos, el promotor y el contratista de obra, que el polvo que sale es sólo arena e inocua para la salud de las personas”. Tal cual. Como si se aceptara como única prueba de exculpación de un crimen la declaración de inocencia del propio acusado. Como de costumbre, distrito nos trata como bobos.
El informe nos recuerda otro documento memorable en toda esta farsa del tramatorio de Can Climent: «el pliego de respuestas a las alegaciones de las vecinas contra el PEUI. Ahora tenemos argumentos. La ciencia niega categóricamente que el polvo que suda Can Climent sea absolutamente inocuo e inofensivo para la salud. Como también negó la inocuidad de la radioactividad que Fraga pregonaba en Palomares o la del aceite de colza adulterado”.
Durante estas últimas semanas aprovechando que muchos vecinos estaban de vacaciones, los «buitres» procedieron al «decapado de la pintura existente en la carpintería interior de la cubierta de la nave y de las cerchas metálicas”. La técnica utilizada se basa en la proyección de arena en seco sobre las superficies. «Por efecto de la fricción se va retirando la pintura, dejando la carpintería y las cerchas limpias y en su estado original». Pues bien, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, ésta clasificada como “técnica peligrosa con código 006A, causando exposición a sílice cristalina”. Citando textualmente la web de este organismo:
“Durante la realización de esta tarea los granos de arena impactan con gran energía en las piezas metálicas objeto de tratamiento y esa arena, en la que dominan las fracciones comprendidas entre 0,32 y 1,25 mm, se fragmenta en un 80% aproximadamente liberándose en el ambiente polvo de sílice cristalina”. Estas partículas finas, de tamaños que corresponden a lo que se denomina “fracción respirable”, pueden penetrar hasta los alvéolos pulmonares y causar daños muy graves en el sistema respiratorio e incluso la muerte.
Al final de su comunicado Stop Tanatori asegura que “el Ayuntamiento de Barcelona ha impuesto la construcción de un tanatorio que no sólo estropeará la vida de barrio sino también la salud de las personas, incluso antes del inicio de la actividad. No seamos bobos”. Plataforma Stop Tanatori / ¡DEFENDEMOS NUESTRO BARRIO!