Áltima colabora con ‘La caja de los recuerdos’, un proyecto que acompaña a las familias por la muerte prematura de un hijo
Con el propósito de contribuir a la normalización y reconocimiento de la pérdida gestacional, perinatal y neonatal, Áltima apoya a la asociación La caja de los recuerdos, un proyecto que, desde los hospitales, acompaña a las familias que sufren la muerte prematura de un hijo, ayudándolas a que puedan tener un recuerdo especial que las conforte en el proceso de duelo.
La caja de los recuerdos, que actualmente se entrega en 35 centros hospitalarios de Cataluña, surgió para cubrir una necesidad. Tal como explica su impulsora, Maria Simón, “las familias que pierden un hijo durante el embarazo, el parto o al poco de nacer sufren una carencia de reconocimiento social.
El duelo perinatal es todavía tabú, a menudo es desautorizado e incomprendido. Pero un hijo no se olvida nunca”. La iniciativa, puesta en marcha hace dos años, ha tenido un recibimiento muy positivo desde el primer momento y ya ha llegado a más de 1.500 personas. “Los hospitales se han dado cuenta de que la caja es de gran ayuda para las familias, en unos momentos muy difíciles física y emocionalmente. Se percibe como un recuerdo muy valioso del hijo o hija, puesto que a menudo es el único que tendrán: la ropa con la que se envolvió, sus huellas, la pinza del cordón umbilical…”. En efecto, es una herramienta que facilita la aceptación de la pérdida: “A partir del momento que la familia recibe la noticia de que su bebé ha muerto o morirá pronto, se recomienda que empiece a crear sus propios recuerdos. Nuestra caja es un inicio de este proceso, que puede comportar varias semanas, meses e incluso años, dependiendo de cada familia”.
Las cajas, que son entregadas a las familias por parte de un profesional sanitario momentos antes de recibir a su bebé, siempre que sea posible, contienen un arrullo y un gorrito para poder envolver el pequeño, además de otros elementos como un librito, una vela, unos botecitos de cristal, unas postales y unos peluches. “Así mismo, se ofrece la opción a la familia de poderse hacer fotografías dulces y agradables que les permitan tener un recuerdo bonito de su hijo”, explica Maria Simón.
A través del apoyo de empresas como Áltima, La caja de los recuerdos puede llegar de forma gratuita a todas las familias en duelo. El proyecto fue creado por un grupo de madres y padres que, después de perder a sus hijos o hijas prematuramente, encontraron la necesidad de confeccionar unas cajitas para acompañar a otras familias en la misma situación, y que estas pudieran reunir todos los recuerdos que consideraran.
Memoriales dedicados a los hijos perdidos
El reconocimiento a la pérdida gestacional, perinatal y neonatal también es cada vez más presente en los cementerios, donde desde hace unos años, empiezan a acoger espacios dedicados a este duelo. Desde 2019, Áltima ha proyectado siete en los cementerios de Roques Blanques, en Papiol, Sant Cugat del Vallès, Castellar del Vallès, Sant Pere de Ribes, Sant Just Desvern, Sant Vicenç dels Horts o Ripoll. En estos recintos, las familias disponen de un espacio donde poder recordar a los hijos o hijas perdidos y, además, en muchos de ellos, existe la posibilidad de colocar unas pequeñas estrellas o mariposas e, incluso, de grabar el nombre del bebé o inhumar sus cenizas, en urnas infantiles biodegradables. «Dar un destino adecuado a las cenizas del hijo perdido en una etapa tan prematura es muy importante emocionalmente. Pero sobre todo lo es poder escribir el nombre del hijo difunto, hacerlo visible, puesto que en muchos casos la familia no dispone de las cenizas porque ni siquiera lo ha podido incinerar», explican desde Áltima.