España avanza hacia la transformación digital forense
El presidente del comité científico-técnico del Consejo Médico Forense del Ministerio de Justicia, el doctor Rafael Bañón, ha afirmado a EFE que en España se dan los primeros pasos en la transformación digital de esta ciencia con la aplicación de la tomografía computadorizada al estudio del cadáver.
Bañón, que ha participado en el XIII Congreso Internacional de Patología Forense en Logroño, ha explicado que en la actualidad España aprende de las experiencias de otros países más avanzados que ya han implantado servicios de radiología asociados a los servicios tradicionales de patología forense.
Esto nos permite, por una parte, tener un mapa de bits de lo que es el cadáver antes de que haya ninguna manipulación, con lo que siempre podemos volver al punto inicial y, luego, podemos hacer reconstrucciones y transformaciones de la imagen para mostrarla ante el jurado o el tribunal y explicar cómo han sido los hechos, ha precisado.
Bañón, que preside el comité científico-técnico del Consejo Médico Forense de España, ha explicado que a pesar de que en España solo hay un tomógrafo orientado en exclusiva a la patología forense, que se encuentra en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF) de Murcia, esta es una técnica muy habitual en otros países del entorno.
Si aprovechamos los fondos europeos para equipar con estas tecnologías a los institutos (forenses), creo que estamos ante un horizonte muy esperanzador porque en España vamos atrasados con respecto a los países más avanzados, pero estamos en el punto intermedio, ha subrayado.
Ha destacado Bañón que esta tecnología permite ofrecer, a quien tiene que tomar la decisión, sea un juez o un tribunal, todos los elementos de juicio e, incluso, traducirlos a un lenguaje muy comprensible por parte de todas las personas, sobre cuestiones de la biología y de las circunstancias en las que ocurren los hechos.
En la actualidad, ha asegurado, ya es posible escanear completamente la escena de un crimen y dotar al tribunal de gafas de realidad virtual para que se introduzca en el lugar de los hechos y pueda situarse dentro de la escena tal y como se la encontraron los investigadores, lo que aporta una información tremenda.
Bañón, además, ha incidido en que incorporar la tecnología es el primer reto, pero no es el más difícil porque es una cuestión de conseguir los fondos y, progresivamente, son tecnologías cada vez más asequibles.
La segunda parte, ha afirmado, es la más complicada, y es la integración de las tecnologías dentro el proceso de investigación, cómo adaptarse a la información que producen estas tecnologías y cómo aprovechar al máximo su potencia diagnóstica, incluso, para descartar situaciones de violencia.
