Los propietarios del cementerio de Burela piden al Ayuntamiento que se haga cargo de él
El Ayuntamiento de Burela (provincia de Lugo) ha recibido una petición por parte de los dueños de los terrenos en los que se asienta el cementerio municipal para que se haga cargo de él. Según ha explicado María Jesús García Cachafeiro, abogada de la empresa propietaria de la parcela.
El alcalde de Burela, Alfredo Llano, confirmó que ya desde el verano de 2022 se han mantenido varias reuniones con los técnicos municipales y con los abogados de la empresa que gestiona el cementerio municipal, y desde entonces se está estudiando la fórmula más adecuada para que el Concello absorba finalmente las instalaciones de manera definitiva. Por su parte la abogada de la empresa propietaria ha manifestado que “el Ayuntamiento tiene buenas palabras, pero unos ritmos que ponen en peligro la solución del problema”.
El origen del curioso caso se remonta cerca de tres décadas atrás, y guarda relación con la segregación que en 1994 protagonizaron Cervo y Burela. Entonces, el cementerio de Burela estaba casi lleno y la localidad acababa de constituirse con un Ayuntamiento propio e independiente de otro municipio, ya entonces negoció con los dueños de unos terrenos privados una autorización que permitiese enterrar a los vecinos de Bureala a sus seres queridos en este camposanto.
Los propietarios construyeron los nichos o la capilla, tras acordar con el Concello una especie de concesión de obra y servicio público. A través de ella, para revertir el coste de la construcción, la empresa percibía un dinero por cada persona que compraba la concesión de uso funerario de un nicho.
Sin embargo, cada vez quedan menos nichos vacíos y los actuales dueños, que son sucesores de los anteriores, renuncian a seguir explotando el camposanto puesto que habría que acometer una ampliación que ellos ni quieren ni pueden asumir.
Si finalmente se alcanza un acuerdo, se pondría fin a una situación nada habitual que sorprendió a gran parte de los vecinos cuando salió a la luz. Muchos vecinos de Burela creían que el cementerio ya era de gestión municipal, cuando en realidad era una empresa privada la que lo gestionaba.