Al no disponer de dinero ni de un seguro el cuerpo de su madre sigue en el tanatorio 23 días después de su muerte
Veintitrés días después de su muerte, Nacho Loriente sigue sin poder enterrar a su madre, su cuerpo sigue en el tanatorio de Sancho de Ávila de Barcelona. La razón es muy simple, no tiene un seguro de decesos ni tampoco sispone de dinero para pagar el entierro.
Durante una entrevista en TV3, Nacho asegura que el Ayuntamiento de Barcelona le ha denegado hacerse cargo de todos los gastos del entierro, los llamados –entierros de beneficencia– porque los ingresos de la mujer fallecida superaban en 3.000 euros el umbral que marca el decreto de esa ayuda. Sólo pueden acogerse los difuntos que en el último año hayan percibido ingresos inferiores a 11.000 euros. El coste medio de un enterramiento en Barcelona ronda los 3.900 euros y la cremación los 4.100 euros.
Nacho admite, que la ley marca ese límite, pero considera injusto que queden fuera familias como la suya. “¿Quién es el iluminado que la ha creado esa ley? Deberían mirar a la persona que debe hacerse cargo de ella, como lo tiene económicamente. En mi caso es cero», denuncia.
En su caso, sólo puede acogerse a un entierro bonificado, con un descuento de unos 400 euros. Sin embargo, el precio mínimo de un entierro en Barcelona es algo superior a los 2.000 euros. Por ello, pese a la bonificación, el coste del servicio de la funeraria el superior y no puede pagarlo. Cada año en Barcelona bonifican el 1% de los entierros y el 3% terminan siendo gratuitos.
El director general de Cementerios de Barcelona, Miquel Trepat, en TV3 ha defendido el actual sistema. «Debemos pensar que hablamos de personas solas, personas sin hogar o familias en una situación complicada. Por tanto, el ámbito municipal y sector funerario, de forma solidaria, opera por una inhumación e incineración digna en un momento delicado para las familias «. El cuerpo de la fallecida permanecerá en el tanatorio de Sancho de Ávila hasta que se encuentre una solución que permita su inhumación o cremación con la misma dignidad que cualquier otro cadáver.