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Actualizado: 21/11/2024
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El cementerio San José asume un 25% más de cremaciones tras la renovación de los dos hornos

El cementerio San José asume un 25% más de cremaciones tras la renovación de los dos hornos

El cementerio San José asume un 25% más de cremaciones tras la renovación de los dos hornos

Vía: Ayuntamiento de Pamplona

El cementerio municipal San José de Pamplona ha recobrado ya la actividad ordinaria en cuanto a las cremaciones, después de que hace casi dos años iniciara el proceso de renovación total, por fases, de los dos hornos crematorios con los que cuenta la ciudad.

El remplazo de ambos hornos y la adecuación de los espacios para alojarlos ha supuesto una inversión de 634.600 euros. Los nuevos hornos han permitido ya incrementar en un 25% el número de cremaciones mensuales, si bien esta cifra podría aumentar si fuera necesario, ya que la capacidad conjunta de los hornos es de 14 incineraciones diarias, en lugar de las 8 que podían hacerse con los hornos anteriores.

En concreto, en el mes de junio, últimos datos disponibles, se realizaron 200 cremaciones con los dos hornos nuevos, frente a las 160 registradas en 2021, cuando todavía no se había iniciado el proceso de renovación de los hornos antiguos, lo que supone un incremento del 25%. En el acumulado del primer semestre la diferencia es menor, porque el segundo horno no entró en funcionamiento hasta finales del mes de marzo. Durante ese mes, mientras terminaba la puesta a punto, en ese horno se realizaron 68 cremaciones, mientras que fue el que se sustituyó en primer lugar el que asumió la mayor parte de la actividad, con 140 incineraciones. A partir de abril las cremaciones se han repartido de forma equilibrada entre ambos hornos.

En total, en los seis primeros meses se han incinerado 1.252 personas, frente a las 1.092 de 2021. La cifra fue aún menor en 2022, ya que en los tres primeros meses del año uno de los hornos estuvo inoperativo por las obras de renovación y sólo estaba en funcionamiento el segundo horno antiguo, con menor capacidad. Entonces se realizaron 948 cremaciones.

No obstante, el ritmo de incineraciones viene marcado por varios factores. Por un lado, depende de las necesidades de cada momento. Pero también se rige por el horario de las conducciones, que se celebran cada media hora para que las familias puedan despedirse de la persona fallecida, y por el tiempo que transcurre desde que se introduce el féretro en el horno, hasta que se obtienen las cenizas que posteriormente se entregan a las familias. En estos momentos, el cementerio San José realiza hasta 10 cremaciones de lunes a viernes, 8 los sábados y 6 los domingos y festivos.  Estas cifras podrían aumentarse si fuera necesarios, porque los dos hornos tienen capacidad para ello.

En obras desde octubre de 2021
El crematorio del cementerio municipal San José se ha sometido estos dos últimos años a una completa transformación, al sustituir sus dos hornos, que databan de los años 2000 y 2003 respectivamente. En octubre de 2021, de hecho, se adjudicaron las obras de sustitución del más antiguo, trabajos que duraron aproximadamente cuatro meses, por lo que a finales de marzo de 2022 empezó las pruebas de funcionamiento del nuevo horno. En esos meses, el cementerio se quedó con un único horno, de veinte años de antigüedad, que limitó el número de incineraciones que podían realizarse cada día.

Con la puesta en marcha del nuevo horno, y tras varios meses en funcionamiento, en octubre de 2022 se adjudicó el suministro e instalación del segundo horno, que es el que ha entrado en funcionamiento a finales de marzo de este año. En el primer caso, se invirtieron 337.000 euros y en el segundo 297.600 euros. Los trabajos incluían, además del suministro e instalación de los hornos, la obra civil necesaria para albergarlo y la adecuación del edificio para acoger en un futuro la instalación de un sistema de depuración de gases para los dos hornos.

Esta renovación busca, por un lado, dar respuesta a la creciente demanda de cremaciones, frente a inhumaciones, ya que suponen alrededor del 78% de las defunciones producidas. Y, por otro, mejorar la eficiencia energética del proceso, reduciendo el consumo y emisión de gases.

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