La mitad de propietarios de sepulturas no paga las tasas y la Junta Vecinal crea una ordenanza que les obligue
La Junta Vecinal de San Andrés del Rabanedo (provincia de León), regula el funcionamiento del cementerio vecinal con una ordenanza que no existía hasta ahora, y que pretende garantizar el mantenimiento del camposanto y el cobro de las tasas. La ordenanza ya ha entrado en vigor.
La mitad de los propietarios de nichos y sepulturas cumplen con el correspondiente pago de las tasas, hasta ahora no legisladas, lo que genera un problema importante a las arcas de la pedanía, explican. De hecho, gracias al esfuerzo de los integrantes de la Junta Vecinal se ha logrado recaudar la mitad de lo previsto, que es más de lo que se consiguió el año pasado, pero lejos aún de los casi 2.500 euros que deberían recaudarse en un camposanto con 463 tumbas y nichos.
La presidenta de la Junta Vecinal de San Andrés del Rabanedo, la popular Eva Pérez Valbuena, explica que esta ordenanza es “un paso muy importante para tener un servicio bien gestionado y garantizar el pago por parte de los propietarios”.
Tasa de diez euros al año
La tasa regula la asignación de espacios para enterramientos, los permisos para la construcción de panteones o sepulturas, la incineración, los movimientos de lápidas o la tasa por conservación y mantenimiento de servicios generales que pasa a ser de diez euros al año, dado que permanece igual desde hace muchos años.
La Junta Vecinal será la responsable de los trabajos de conservación y limpieza del cementerio mientras que serán los particulares los que tienen que correr con la limpieza y mantenimiento de nichos y panteones. La ordenanza también fija las tasas por adjudicación de nichos, sepulturas y columbarios, las tasas por expedición de títulos, así como por cambios, cesiones, permutas o transmisiones de titularidad.