La limpieza del antiguo cementerio de Castelvispal se complicó con la aparición de restos óseos
El cementerio ya en desuso, de Castelvispal, perteneciente al municipio de Linares de Mora (provincia de Teruel) inició un proyecto para limpiar de zarzas y residuos, pero no ha tenido una ejecución sencilla ya que, durante los trabajos, salieron a la luz restos óseos humanos que quedaron a la vista de cualquier visitante, algo que no ha gustado nada.
Los huesos humanos se depositaron en un improvisado osario cubierto con tierra y una losa de piedra en un rincón del recinto y al final han acabado en la superficie a la vista de todos,
La alcaldesa de Linares de Mora, Yolanda Sevilla, ha manifestado que «el lugar se había convertido en un vertedero y había ratas; era necesario limpiarlo para respetar unas mínimas normas de salubridad», destaca. Y lamenta que algunos huesos hayan quedado visibles, un accidente que achaca «a algún animal que ha podido desenterrarlos o al efecto de las últimas lluvias». Con todo, subraya que el único objetivo de la actuación municipal, que costó 5.000 euros, era «devolver al lugar la dignidad que merece».
Posiblemente hubo poco tacto
Fuentes vecinales piden que los restos humanos aparecidos sean llevados al camposanto actual, «en lugar de dejarlos en un rincón». Desde la Asociación de Cementerios de Teruel solicitan al Consistorio que preserve todo elemento patrimonial que pueda hallarse en posteriores actuaciones de mejora en el camposanto medieval de Castelvispal.
Yolanda Sevilla señala que escuchará todas las propuestas les hagan llegar sobre el cementerio de Castelvispal. “El lugar es muy bonito; si quieren que plantemos un sauce y pongamos un banco en el que poder pensar, reflexionar o recordar a los antepasados, así lo haremos», dice la alcaldesa.
Tras el saneamiento de la zona, realizado a mano en su totalidad al no poder acceder al interior máquinas debido a las escasas dimensiones de la puerta, el Consistorio instaló un banco, si bien fue retirado al poco tiempo al percatarse de que el suelo estaba lleno de pequeños cristales fruto de la utilización del cementerio como vertedero durante décadas.