La Consejería de Cultura de la Xunta de Galicia destina 158.000 euros al cementerio de Lousada
La Consejería de Cultura, Lengua y Juventud de la Xunta de Galicia ha destinado 157.943 euros para la reordenación del cementerio de San Martiño de Lousada, situado en la parroquia de Samos, dentro de la comarca de Sarria en la provincia de Lugo. Este aporte completa la mejora de la iglesia parroquial, que había sido recuperada hace tres años tras estar cerrada por casi medio siglo.
El objetivo de esta reordenación es despejar el templo y reorganizar la necrópolis. Según el párroco Miguel Gómez, las sepulturas ubicadas delante de la iglesia dificultan el tránsito en el atrio, por lo que se planea inutilizar estas tumbas. Para ello, se construirán nuevos bloques que albergarán 45 nichos y 12 columbarios.
Mientras se restauraba la iglesia, se realizó un vaciado perimetral para liberar la fachada norte del terreno adyacente, descubriéndose así lo que se cree fue el antiguo cementerio alrededor del edificio. El proyecto contempla utilizar el pavimento de pizarra descubierto como base para la nueva área de la necrópolis. Este material proporcionará un firme adecuado tanto para el pavimento del cementerio como para la cimentación de los nuevos nichos y columbarios.
Los trabajos también incluyen la construcción de un muro, tras lo cual la parroquia se encargará de retirar las sepulturas situadas ante el templo, nivelándolas con el terreno. Los restos podrán ser trasladados a los nuevos nichos o permanecer en su lugar original, mejorando así la accesibilidad y la imagen del templo.
La iglesia de San Martiño de Lousada, una de las primeras manifestaciones del románico en la provincia de Lugo según el historiador Francisco Vázquez Saco, fue rehabilitada entre finales de 2020 y principios de 2021 con una inversión de alrededor de 200.000 euros. Las obras de rehabilitación incluyeron consolidar las estructuras, construir una nueva cubierta, realizar drenajes perimetrales e interiores, actualizar la instalación eléctrica y de iluminación, acondicionar el acceso y restaurar el campanario y dos arcos.
La rehabilitación devolvió el esplendor a la iglesia, que estaba en ruinas y apuntalada, con árboles creciendo en su interior. Ahora, el templo ha vuelto a acoger oficios, que anteriormente se celebraban en la capilla de San Román.
