Feria Valencia: el tanatorio temporal donde la Comunidad Valenciana despide a las víctimas de la DANA
Este sábado, Feria Valencia ha sido testigo de una despedida desgarradora. En sus instalaciones, acondicionadas para albergar los cuerpos de las víctimas de la reciente DANA, el Instituto de Medicina Legal (IML) de Valencia ha entregado los primeros siete cuerpos identificados a sus familias. Con 211 fallecidos confirmados y aún más por recuperar, este espacio se ha convertido en un lugar de espera y despedida para muchas familias que viven uno de los momentos más duros en la historia reciente de la región.
El proceso ha sido rápido: a tan solo 24 horas de recibir los primeros féretros, la feria ha comenzado a entregarlos a los familiares, un paso clave en la gestión de esta tragedia. Sin embargo, la situación también exige medidas cuidadosas: cada cuerpo debe ser identificado de forma rigurosa para garantizar que llega a manos de su familia con absoluta certeza. Al ser los primeros casos, fue posible utilizar las huellas dactilares para confirmar la identidad de cinco de las víctimas, pero para las siguientes entregas se hará a través de pruebas de ADN, el método más preciso en estos escenarios.
Protocolos y recuerdos del Yak-42
El riguroso proceso de identificación responde no solo a la necesidad de certeza, sino también al compromiso de evitar errores trágicos como los ocurridos tras el accidente del Yak-42 en 2003, cuando la identificación precipitada generó un dolor adicional para los familiares. En esta ocasión, los laboratorios de ADN de la Policía Nacional en Valencia y Madrid, junto con la Guardia Civil, están procesando todas las muestras de ADN prioritariamente, buscando brindar a cada familia la tranquilidad de recibir los restos correctos de sus seres queridos.
Identificación y entrega a las familias
Cada cuerpo localizado en las áreas de desastre es tratado de inmediato: un equipo forense y policial se desplaza para hacer el levantamiento judicial y trasladar el cuerpo al IML. Allí se realizan las autopsias y se toman huellas dactilares y muestras de ADN. En paralelo, las familias que reportan la desaparición de un ser querido son entrevistadas para obtener información detallada, desde tatuajes y cicatrices hasta prendas y objetos personales que puedan ayudar en la identificación.
Toda esta información se centraliza en el Centro Integrado de Datos del IML, donde se compara y coteja con los detalles de los cuerpos recuperados. En algunos casos, las huellas dactilares pueden confirmar la identidad si el estado de conservación del cuerpo lo permite. De no ser así, se recurre al ADN como paso definitivo para asegurar que cada familia reciba los restos de su ser querido sin margen de error.
Este protocolo ha sido clave en otras tragedias de múltiples víctimas en la Comunidad Valenciana, como el accidente del metro de 2006 o el incendio de Campanar en 2024.
Mientras continúan las labores de identificación y rescate, Feria Valencia se mantiene como un espacio de respeto y dignidad, con la seguridad de que la gestión de esta catástrofe se lleva a cabo con el máximo cuidado y humanidad.
