Roberto Durán. Unas palabras sobre su legado periodístico.
Estimados lectores. Soy Javier Fernández, el nuevo director de El Funerario Digital.
Sirva esta publicación como rápida presentación, pero en ella no quiero hablaros de mi, sino de independencia informativa, de rigor, de entrega y de cómo gana un medio de comunicación su prestigio (o lo pierde).
D. Roberto Durán se ha dedicado durante más de dos sexenios a la noble labor de informar y dignificar un sector muchas veces invisible: el funerario.
Como fundador y director de El Funerario Digital, Roberto no solo innovó y se adelantó a su época creando el primer periódico digital del sector, sino que edificó un espacio de conocimiento y reflexión, una ventana única hacia el trabajo cotidiano y muchas veces silencioso de aquellos que acompañan en el último adiós y de todos los demás ámbitos profesionales que rodean a esta profesión y que constituyen el sector funerario.
Durante 12 años de trabajo incansable, Roberto publicó cada día las noticias más destacadas del sector funerario, siempre con la dedicación y la ética que caracterizan a los grandes periodistas.
Con una voz firme y respetuosa, hizo visible un mundo que, aunque solemne, toca sin duda a cada persona en lo más profundo.
Habiendo tenido el privilegio de trabajar a su lado durante los últimos seis años, puedo decir que su liderazgo y visión no solo impulsaron a El Funerario Digital como el primer y más confiable medio especializado, sino que también dejaron una huella en la forma en que comprendemos y respetamos este sector quienes estamos de algún modo vinculados a él.
La labor de Roberto fue un puente entre el periodismo y la sensibilidad humana, y no es casualidad que el medio que él dirigía sea referente de profesionalismo, humanidad e independencia informativa, sino el resultado de su visión y su empeño.
Él supo captar la esencia de un oficio en el que cada detalle cuenta, y supo llevarlo a sus lectores con una narrativa precisa, profunda y respetuosa. Su mirada nunca se desvió de sus propósitos: dar voz por una parte a los protagonistas de un servicio esencial, y a las historias que merecen ser contadas con el máximo respeto, y por otra mostrar todo lo bueno que ofrece, pero también todo aquello que merece un grado de fiscalización, necesaria responsabilidad por parte de este llamado cuarto poder formado por los medios de comunicación.
Y quiero recalcar que siempre aplicó con rigor esto último, ya que comprendió como nadie entre los medios de comunicación de este sector que, de abandonar ese principio, un medio no merece ese apelativo.
Ahora, al dar un paso al lado, Roberto deja un legado que trasciende las palabras. Su trabajo nos inspira a quienes seguimos sus pasos y continuamos con su labor, recordándonos la importancia de honrar cada noticia y de buscar siempre la verdad. El Funerario Digital, que ha sido su hogar profesional y su proyecto de vida tantos años, continuará en la misma línea editorial y estilo, de modo que su esencia y su espíritu se sentirán en cada noticia y en cada publicación.
Gracias, Roberto, por el rigor y la entrega que nos enseñaste día a día. Has sido un gran maestro y un referente indispensable.
Gracias por crear este espacio que permanecerá como un testimonio de tu vocación y tu compromiso. Ten la certeza de que tu legado de profesionalidad e independencia informativa seguirá guiándonos en cada decisión y en cada palabra.