Conductor de coche fúnebre ebrio es interceptado por la policía a 162 km/h en Marsella
Una madrugada tranquila en Marsella, en la autopista A507, se convirtió en un escenario surrealista para los agentes de la CRS Provence, la policía de autopistas de la ciudad. Mientras realizaban un control de velocidad en la vía, un vehículo funerario apareció en su radar: el marcador arrojaba 162 km/h, más del doble de los 70 km/h permitidos en esa zona. Lo que parecía una infracción inusual pronto reveló detalles sorprendentes.
El conductor, un joven de 25 años, no llevaba ningún ataúd en el coche ni estaba en alguna misión urgente; en realidad, estaba de guardia en ese momento. Al ser detenido por la policía, el comportamiento del conductor levantó sospechas y lo sometieron a una prueba de alcoholemia. Los resultados mostraron que estaba bajo los efectos del alcohol, aunque por poco, con un nivel de 0,40 gramos por litro de sangre, que si bien no es extremo, es suficiente para incapacitar a cualquiera para conducir.
Este tipo de vehículo suele estar destinado a cumplir una función solemne, a transitar por las calles bajo un ritmo tranquilo y respetuoso. Sin embargo, esa noche, el coche funerario, símbolo de respeto y silencio, se transformó en un proyectil de alta velocidad por las autopistas de Marsella, desafiando los límites y las reglas.
La policía procedió de inmediato a retener la licencia del conductor, quien pronto deberá comparecer ante las autoridades para dar su versión de los hechos.