Reconocimiento histórico para la trabajadora del cementerio que ayudó a detener al profanador de tumbas
Lola Rodríguez, la heroína del cementerio que marcó la diferencia
El cementerio de San Fernando, en Sevilla, fue escenario de un acto vandálico que dejó huella el pasado 10 de septiembre. Más de 70 tumbas aparecieron destrozadas al amanecer: lápidas rotas, cruces derribadas y jarrones de mármol desparramados. Aunque el responsable no robó objetos de valor, el daño, valorado en más de 50.000 euros, impactó profundamente a la comunidad.
En medio de este caos, una mujer destacó por su capacidad de observación y su temple: Lola Rodríguez, una veterana trabajadora municipal. Lo que parecía una jornada rutinaria para ella y sus compañeras de mantenimiento se transformó en un día crucial para la resolución del caso.
Un hallazgo inesperado
Al llegar al cementerio, el panorama desolador dejó a Lola y a sus compañeras sin palabras. «Había placas y cruces tiradas por todas partes, era un desastre», recuerda. Sin embargo, en medio del desastre, Lola notó algo inusual: un documento doblado junto a una de las tumbas afectadas.
“Era un carnet de identidad. Sabía que no debía tocarlo porque podía ser importante”, explica. Con una mezcla de sentido común y humor, añade: “He visto muchos episodios de CSI, así que sabía que lo mejor era no mover nada”.
Lola alertó de inmediato al capataz del cementerio, quien avisó a la Policía Local. Los agentes recogieron el DNI y pronto descubrieron que pertenecía a un hombre sin domicilio conocido, lo que marcó el rumbo de la investigación.
La clave para resolver el caso
Las pistas llevaron a la Policía a recorrer albergues y zonas frecuentadas por personas sin hogar en Sevilla. El sospechoso fue localizado gracias a una combinación de pruebas: su identificación, lesiones recientes compatibles con el acto vandálico y el testimonio de los servicios de emergencias que lo habían asistido cerca del cementerio la noche de los hechos. Con todo esto, fue arrestado y puesto a disposición judicial.
Un reconocimiento histórico
Dos meses después, en una ceremonia en el Fibes, Lola Rodríguez recibió una Mención Honorífica Individual por su colaboración crucial en el caso. La propuesta, realizada por el Sindicato de Empleados Municipales (SEM), destacó no solo su papel en la investigación, sino también su trayectoria laboral.
“Soy la primera empleada municipal que recibe este reconocimiento sin ser policía”, afirmó emocionada. Para Lola, este honor es un orgullo inmenso: “Nunca imaginé que me premiarían por algo así. Hice lo que cualquiera habría hecho”.
Con esta condecoración, Lola se convierte en un ejemplo de compromiso y profesionalismo, recordándonos que incluso en las circunstancias más inesperadas, las acciones individuales pueden marcar la diferencia.
